Rosa Elena Millán: las fintas


Sinaloa al Día por Juan Manuel Pineda

 

Si alguien conoce las entrañas del PRI y sabe cómo “masca la iguana” –como solía decir el extinto “Maquío” Clouthier- es, sin duda, la Diputada Rosa Elena Millán Bueno,

 

“Estar lista” –aunque no dijo para qué, todos suponen que para ser candidata a la alcaldía de Culiacán-, no es sinónimo de “querer ser” o “poder ser”.

 

En el terreno político-partidista, hay muchos y muchas que por el nivel de preparación y experiencia están listos o listas para escalar posiciones; sin embargo, por los tiempos y las circunstancias es difícil que puedan lograrlo.

 

En función de los tiempos y las circunstancias, aplicando el término “estar lista” –como se declaró la diputada Millán Bueno- a “querer ser” la percepción es sólo de un mensaje, simplemente  una postura, una finta, para tener, en su momento, margen de negociación que permita acceder a una zona de confort sin perder el status de “cuadro valioso”.

 

Y es que ella sabe muy bien, de eso no hay duda, como se mueven las cosas en la víspera de la designación o elección de precandidatos.

 

En las coyunturas político-electorales, como las que se viven actualmente, hay un factor importante que sustenta toda aspiración de candidaturas: la rentabilidad electoral, es decir, la capacidad de ganar muchos, pero muchos votos. (Aunque en algunos casos, hay que advertirlo, las componendas o caprichos cupulares  están por encima de la rentabilidad electoral a la hora de las decisiones de fondo).

 

La diputada Millán Bueno sabe –debe saber- lo que significa la rentabilidad electoral. ¿Cuántos votos obtuvo para ganarse un lugar en la actual legislatura local?

 

Valdría la pena que explicara por qué su segundo “informe de labores legislativas” lo hizo ante un puñado de selectos invitados, en un salón de hotel, y no frente a los ciudadanos que la “eligieron”.

 

Para ser elegible como candidata o candidato, no basta declararse lista o listo, se requiere reunir otros atributos.

 

Tampoco las actitudes fanfarronas o soberbias son el camino (“Irma y yo le damos la batalla a 40”), según se percibió cuando se atribuyó el logro de la reforma a la ley electoral para garantizar una mayor participación de las mujeres en los procesos electorales.

 

Y mucho menos se abrirá camino tratando de poner entre la espada y la pared a los dirigentes de su partido, según se desprende de la acotación al referirse precisamente a la reforma electoral:

 

“Ya cumplimos como diputadas, cumplimos sacando esta reforma electoral, y ahora nos toca como mujeres de partido, con nuestras líderes de partido, hacer que sea efectiva en la práctica, ahí le encargamos presidente”.

 

Un último dato:

En la víspera de la inauguración de la pasada feria ganadera, se llevó a cabo una reunión privada de quienes forman parte de la estructura del Comité Municipal del PRI en Culiacán. Ahí se tomaron acuerdos en relación al proceso electoral 2013 y la designación del candidato a la alcaldía de Culiacán; de lo ahí tratado, tiene pleno conocimiento la Diputada Millán Bueno. Entonces, ¿para qué tanto brinco estando el suelo tan parejo?