Con violencia, los ‘Chapitos’ reclaman el mando del Cártel de Sinaloa y ‘El Mayo’ prefiere «negociar»


SEDENA espera debilitamiento del CDS por las rupturas dentro del propio cártel, causadas por el hambre de poder de los hijos de ‘El Chapo’

Ciudad de México.- Tras la detención de El Chapo Guzmán ya no hay compadrazgos con Ismael El Mayo Zambada en el cártel de Sinaloa. Los hijos del mediático líder, que actualmente cumple una condena de por vida en la prisión de máxima seguridad ADX Florence, en Colorado, Estados Unidos, decidieron buscar el control de la organización criminal a través de la violencia y por encima de otros importantes narcotraficantes como El Mayo Zambada y hasta Rafael Caro Quintero; una ventana de oportunidad que detectó el Ejército dentro de sus labores para combatir al grupo.

De acuerdo a la publicación de Milenio, en un reporte de inteligencia de marzo de 2020, elaborado por el Ejército y filtrado por el grupo hacktivista Guacamaya, se explica que una estrategia de la Secretaría de la Defensa Nacional era esperar que las propias rupturas dentro del cártel de Sinaloa, causadas por el hambre de poder de los hijos de El Chapo, permitieran un eventual debilitamiento del cártel, que además sería aprovechado por grupos antagónicos, principalmente el cártel Jalisco Nueva Generación.

Sin embargo, también han representado situaciones de peligro para las poblaciones, principalmente de ciudades de Sonora que conforman las rutas de tráfico de drogas, personas y armas del Cártel de Sinaloa, por lo que han tenido que aumentar sus medidas de seguridad y disuasorias para evitar afectaciones a civiles.

En el reporte se explica que Los Chapitos, encabezados por Iván Archivaldo Guzmán Salazar «El Chapito» y Jesús Alfredo Guzmán Salazar «Alfredillo», se volvieron más violentos luego de que su padre fuera detenido, y han comenzado a enfrentarse con los otras 3 facciones del cártel de Sinaloa: Los Mayos, Los Guanos y aquellos bajo el mando de Rafael Caro Quintero.

Sin embargo, no son los únicos que buscan liderar la organización. La estrategia de Ismael El Mayo Zambada es la de la negociación y la de respetar el coto de liderazgo de sus rivales e hijos de su compadre El Chapo, aunque a la expectativa de cualquier eventualidad para posicionarse como líder hegemónico.

La estrategia de Los Chapitos es clara: la de la violencia y el terror. El Ejército detectó, por ejemplo, que en agosto de 2021, la división de Los Cazadores, al servicio de los hijos de Guzmán Loera, adquirieron artefactos explosivos para utilizarlos contra Los Gigios, una escisión de Los Mayos, en una escalada de la pelea por las plazas en Magdalena y Santa Ana, Sonora.

La célula de Los Cazadores es la encargada de realizar ejecuciones a nombre de Los Chapitos y es dirigida por Jesús Humberto Limón López, El Cazador, uno de sus hombres de confianza, y por lo tanto, siempre con un blanco en la espalda.

Una alerta temprana del Ejército reveló que en septiembre de 2020, Los Gigios planearon asesinar a El Cazador cuando se escondía en un rancho en Tubutama, Sonora. Esta banda incluso habían contratado cinco francotiradores para esa tarea, a quienes le pagarían un millón de pesos a cada uno, aunque al final su gente se enteró y logró evitar la agresión.

Los Guanos, encabezados por el hermano de El Chapo, Aureliano Guzmán, no son identificados como un grupo especialmente relevante en las peleas internas por el control del Cártel de Sinaloa, como tampoco lo estaba Rafael Caro Quintero, quien desde 2020 mantenía un perfil bajo y quien fue detenido en julio pasado por elementos de la Secretaría de Marina.

A pesar de toda esta violencia y las fisuras internas, al menos los liderazgos de Los Chapitos, Los Mayos y Los Guanos han tenido que sentarse a negociar rutas de trasiego de drogas y tráfico de migrantes para evitar choques entre liderazgos locales en Sonora.

Con información de milenio.com