Aunque no es del conocimiento público, el general estaría siendo investigado por las autoridades estadounidenses debido a su presunta relación con el Cártel de Sinaloa
Como era de esperarse, el juicio celebrado en Nueva York (Estados Unidos) contra el narco Joaquín el “Chapo” Guzmán provocó un efecto dominó, que ha permitido ver poco a poco el supuesto “narco gobierno” generado en las sombras de las fuerzas armadas mexicanas.
Durante ese afamado proceso judicial —de manera poco divulgada—, el máximo jefe del Ejército mexicano entre 2012 y 2018, Salvador Cienfuegos Zepeda, fue incluido en la lista negra de la Agencia Antidrogas del gobierno de Estados Unidos, por presuntamente haber colaborado con el cártel de los Beltrán Leyva.
A la par, fueron revelándose otros personajes, eventos y posibles complicidades entre las autoridades y criminales. Uno de ellos, un hombre que tuvo balas, muertos, incluso un uniforme verde olivo y episodios de escándalo a su paso por la Novena Zona y Tercera Región Militar en Sinaloa: el general Moisés Melo García.
Este personaje — que entre 2010 y 2014 fue comandante de las zonas que abarcan Durango y Sinaloa— está en la mira de las autoridades estadounidenses desde hace al menos un par de años, debido a que su nombre se mencionó en varias ocasiones en el juicio del siglo. Melo García habría trabajado para el Cártel de Sinaloa.
Según el periodista, Óscar Balderas, la relación del militar en retiro, Moisés Melo y el “Chapo” Guzmán, entonces líder del Cártel de Sinaloa, está trazada en presuntas conversaciones privadas entre ambos.
La relación de este militar en retiro y el “Chapo” Guzmán, entonces líder de la organización sinaloense, está trazada en presuntas conversaciones privadas entre ambos, según afirma una investigación del periodista Óscar Balderas.
En los mensajes, interceptados de tres celulares pertenecientes al capo mexicano, se visibiliza una relación de “compadrazgo” entre el militar de cuatro estrellas doradas y Guzmán Loera. Éste le habría pedido apoyo a Melo García para realizar actividades ilícitas sin ser molestados por la tropa que vigilaba las calles de Sinaloa.
De acuerdo con Balderas, los favores del general también incluían alertar a miembros del Cártel de Sinaloa en caso de que grupos rivales intentaran entrar a sus principales bastiones, así como el decomiso de drogas y armas a los adversarios del “Chapo” Guzmán.
El decano de la investigación del crimen organizado en Sinaloa, Javier Valdez —asesinado en 2015— escribió en 2014, cuando Melo García fue nombrado coordinador de Seguridad Pública de Sinaloa, que durante ese año murieron al menos 10 pistoleros del grupo criminal los Beltrán Leyva —enemigos del “Chapo” Guzmán— en acciones comandadas por Moisés Melo.
Una fuente de la DEA aseguró a Óscar Balderas, que “la agencia tiene dudas razonables para pensar que el general y el narcotraficante tenían una relación estrecha desde que Melo García era comandante en 2007 en Durango, y apoyó al Cártel de Sinaloa en su lucha contra Los Zetas en la zona de La Laguna”.
Las autoridades estadounidenses consideran que Moisés Melo García se hizo de más y mejores cargos y continuó trabajando con el Cártel de Sinaloa de 2010 a 2014 como militar activo y luego como militar en retiro a cargo de la policía de Sinaloa, instó Balderas.
La presunta colaboración del general y el Chapo habría concluido al final de la gubernatura en Sinaloa de Mario López Valdez (2011-2017).
Incluso en febrero del 2014, el gobernador Mario López Valdez asistió al homenaje que el Ejército Mexicano le rindió al General de División DEM Moisés Melo García, como despedida como comandante de la Tercera Región Militar al jubilarse de las fuerzas armadas.
Hoy, se desconoce el paradero del general Moisés Melo García.
Fuente: Infobae