MALOVA: la simulación


 

Sinaloa al Día, por Juan Manuel Pineda 

 

Finalmente, ante la creciente presión de la comunidad universitaria de la máxima casa de estudios sinaloense, el Gobernador, Mario López Valdez, firmó el convenio financiero porque era una exigencia del gobierno federal para que el subsidio ordinario de la UAS, correspondiente al 2013, pudiera transferirse.

 

 

El convenio se firmó con cuatro meses de retraso, y no porque el Gobernador de Sinaloa, como dice, sea un aliado de la UAS, simplemente no tenía argumentos para seguir negándose.

Con el propósito mediático de ser el “salvador de la UAS”, en un boletín de prensa el mandatario señaló que la “universidad ya no tendrá que preocuparse de sus quincenas”, seguramente quiso decir que los trabajadores son, en todo caso, los que no deben preocuparse por los pagos de salarios.

Incluso tuvo el atrevimiento de asegurar que los recursos, correspondientes a los meses de abril y mayo, ya estaban depositados pero a la fecha (09 de mayo) eso es absolutamente falso

Firmó el convenio porque lo tenía que firmar y punto. Esa era su obligación, como lo hizo desde que inició su sexenio y lo hará hasta el último año del mismo.

Firmó, porque tiene que cumplir con las reglas de operación que implementa el gobierno federal, no él ni las autoridades universitarias.

Intentó en diversas ocasiones, hacer creer a la sociedad que las autoridades de la UAS estaban exigiendo dinero de más a los que aprobó el Congreso del Estado, y ese argumento también es falso.

Falso por la simple y sencilla razón de que la elaboración del convenio financiero es responsabilidad única de las autoridades federales competentes, es decir, la cantidad que se le exigió en el convenio (1300 millones de pesos) fue requerimiento de la federación, no de las autoridades universitarias.

Al negarse a firmar el convenio financiero con la federación, MALOVA puso en riesgo la estabilidad de la UAS que, en los últimos ocho años, se ha ubicado por sus avances académicos de calidad entre las seis mejores instituciones públicas de educación superior de México..

Pero también puso en riesgo la gobernabilidad del estado, en pleno proceso electoral para elegir presidentes municipales y diputados locales.

El Gobernador de Sinaloa debe tener muy claro el mensaje: la comunidad universitaria, está dispuesta a exigir lo que le corresponde en retribución al esfuerzo que día a día realiza para formar a miles y miles de jóvenes, la inmensa mayoría de escasos recursos, que año con año buscan un lugar en la centenaria institución educativa, como legítima aspiración a un futuro digno para ellos y sus familias.

El convenio financiero entre autoridades del estado y de la SEP es apenas un primer paso, toda vez que se requiere el aval de otras autoridades federales, entre ellas las de hacienda, para su debida aplicación.

Pero también debe quedar claro que dicho convenio no resuelve uno de los añejos problemas estructurales: el déficit de un mil 200 millones de pesos.

El Rector de la UAS, Víctor Antonio Corrales Burgueño, desde hace años ha encabezado una permanente gestión para que la institución reciba los recursos que le permitan seguir cumpliendo con su deber ser, en correspondencia a sus avances académicos de calidad, y a la aten ción de la creciente cobertura de la matrícula.