Dan 7 años de prisión a “El Chino Antrax”, por lo que pronto estaría en libertad


El narcotraficante fue acusado de ingresar sustancias ilícitas a Estados Unidos, y trabajar como brazo armado del Cártel de Sinaloa, al mando de Joaquín «El Chapo» Guzmán.

SAN DIEGO .- José Rodrigo Arechiga Gamboa, “El Chino Antrax”,  fue sentenciado a 7 años y tres de prisión en San Diego, informó el medio San Diego Union Tribune.

José Rodrigo Arechiga Gamboa, quien ascendió en las filas para liderar el escuadrón de ataque del cártel, fue sentenciado a más de siete años de prisión el jueves en San Diego.

Gamboa quería ser piloto en el ejército mexicano, pero no pudo pasar el examen físico. Tenía psoriasis, una afección de la piel, y por eso fue considerado inútil a la patria, sin valor para el país.

Aréchiga Gamboa fue detenido en Ámsterdam por miembros de la policía holandesa en el año 2013, la fiscalía informó que dicha detención se debió por ser sospechoso de haber violado el ‘acta de opio‘ en América.

«El Chino Ántrax», de 39 años de edad fue presuntamente el líder de un grupo criminal que presta sus servicio a narcotraficantes del Cártel de Sinaloa, principalmente a Ismael ’El Mayo’ Zambada.

La detención la realizó la brigada de guardias fronterizos de la Policía Militar Real Holandesa, cuando José Rodrigo Aréchiga Gamboa, provenía de un país latinoamericano.

La defensa del capo estuvo a cargo del abogado Frank Ragen, y fue resguardado en el Centro Correccional Metropolino (MCC por sus siglas en inglés), localizado a un costado de los juzgados federales con sede en la Ciudad de San Diego, California.

El narcotraficante fue acusado de ingresar sustancias ilícitas a Estados Unidos, y trabajar como brazo armado del Cártel de Sinaloa, al mando de Joaquín «El Chapo» Guzmán. 

Obtuvo su propia mención en los narcocorridos (canciones mexicanas que glorifican el mundo de las drogas) con «El Chino Antrax» descrito como un hombre elegante y en forma con un gusto por los autos deportivos, yates y champán.

Arechiga fue extraditado a San Diego en julio de 2014 y un año después se declaró culpable de conspiración para importar cocaína y mariguana.

En el acuerdo de culpabilidad, admitió pertenecer al cártel desde 2005 y eventualmente supervisó varias de las responsabilidades de la organización. Reconoció que participó directamente y ordenó a otros que cometieran violencia en beneficio del cártel.

Las autoridades dijeron que ascendió de rango como guardaespaldas en la celda de aplicación de la ley que lleva el nombre de la enfermedad mortal. El escuadrón fue temido por su brutalidad y manifestaciones públicas de violencia, como colgar los cuerpos de las víctimas torturadas en un puente en México.

El apogeo de la violencia ocurrió en 2008 y 2009, cuando tres carteles, Sinaloa, Beltrán-Leyva y Arellano Félix, libraron una guerra sangrienta. «Durante el curso de esa guerra participó e hizo amenazas creíbles de violencia a organizaciones rivales de narcotráfico», dijo el abogado defensor de Arechiga, Frank Ragen, en documentos de sentencia.

En septiembre de este año, Claudia Ochoa Félix, conocida como La Emperatriz de Los Ántrax, una célula delictiva del Cártel de Sinaloa, fue encontrada muerta al interior de una habitación en un domicilio ubicado en el fraccionamiento Isla Musala, en Culiacán.

Se dice que Ochoa Félix era la nueva jefa de Los Ántrax, esto tras la detención en Holanda en diciembre del 2013 de José Rodrigo Aréchiga Gamboa, alias el ‘Chino Ántrax’, que hasta entonces era el jefe.

A ella le gustaba presumir en las redes sociales de su dinero, armas de fuego y sus atributos físicos.