Colombia pide ayuda a EU para castrar los hipopótamos que dejó Pablo Escobar y detener su proliferación


Cornare y el Ministerio de Ambiente solicitaron ante la Embajada de Colombia en Estados Unidos apoyo para la adquisición del medicamento GonaCon, un producto que permitiría la inmunocastración de los hipopótamos.

Ante la Embajada de Colombia en Estados Unidos, la Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los Ríos Negro y Nare (Cornare) presentó la solicitud de apoyo para la adquisición del medicamento GonaCon, un producto que permitiría la inmunocastración de los hipopótamos que dejó el narcotraficante Pablo Escobar en su hacienda Nápoles.

Para esta corporación ambiental, castrar a los animales es la alternativa más viable que contemplan los veterinarios y biólogos para el control de esta especie en la cuenca media del río Magdalena.

A esta iniciativa de la Cornare, se sumó el apoyo ofrecido por el ministro de Ambiente, Carlos Eduardo Correa Escaf, en su reciente visita al territorio, en la que se comprometió a estudiar la posibilidad de declarar a los hipopótamos como una especie invasora y construir un plan de manejo para la especie.

Además la corporación ha venido adquiriendo experiencia en el manejo de la problemática, con acciones de esterilización quirúrgica y la reubicación a lugares que cuenten con los permisos legales. No obstante, “esta medida de inmunocastración ofrece una posibilidad masiva que esperamos poder explorar para apuntarle a una solución definitiva”.

“Se trata de una posibilidad recientemente conocida que creemos puede ser una solución a la problemática que representa la presencia de esta especie en estado silvestre en los ecosistemas colombianos. No tiene casa comercial, solo es fabricado por encargo con la Agencia: USDA APHIS Animal and Plant Health Inspection Service, del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, de ahí la gestión que estamos realizando ante el embajador de Colombia Francisco Santos, que estamos seguros será de gran ayuda en el proceso”, explicó David Echeverri López, coordinador del Grupo Bosques y Biodiversidad de Cornare

Agregó que “la idea es empezar este año el proceso de vacunación con toda la población de hipopótamos que tenemos en nuestra jurisdicción, ya que se requieren dos dosis del producto”.

Sacrificar a los hipopótamos

En un artículo publicado por el medio británico The Telegraph en enero, varios ecologistas sugirieron que este problema se está tornando cada vez más grave y parecería que el único camino que queda es el del sacrificio de esta especie. Advierten que se reproducen vorazmente y son una amenaza creciente para los ecosistemas de la región.

Según este medio, los científicos pronostican que la cantidad de hipopótamos aumentará a casi 1.500 para 2040 si no se toman acciones para mitigar su proliferación. “Los impactos ambientales serán irreversibles y la cantidad imposible de controlar (…) A nadie le gusta la idea de dispararle a un hipopótamo, pero tenemos que aceptar que ninguna otra estrategia va a funcionar”, le dijo a The Telegraph la ecologista Nataly Castelblanco-Martínez.

El habitad del hipopótamo en África es de una lucha constante por tener acceso a los charcos y enfrentan enfermedades y depredadores naturales, situación que no viven en Colombia, donde los científicos dicen que es todo un paraíso para los hipopótamos.

Las condiciones en la hacienda eran ideales para ellos, lo que les permitió tener un terreno con grandes lagos y arroyos, abundantes pastizales, sin depredadores naturales, donde reproducirse.

Tanto el Gobierno, como los ambientalistas y los pobladores que se vieron forzados a convivir con ellos, llegaron al consenso de que las exóticas bestias eran un problema que tenía que ser solucionado, pues su libre deambular por los ríos del país y la posibilidad de que se esparcieran por el continente latinoamericano suponía un peligro para las especies locales.

Los hipopótamos de Escobar en Colombia 163
“Para los investigadores, estas criaturas representan una amenaza ecológica, compitiendo con la vida silvestre nativa y contaminando las vías fluviales locales. La orina y las heces de los hipopótamos son tóxicas y los animales también portan una variedad de bacterias peligrosas, que pueden representar un problema para otras especies y, en última instancia, también para los humanos”, se advirte en la publicación de The Telegraph.

Frente a otras alternativas, David Echeverri López, ambientalista del gobierno, explicó que han estado tratando de esterilizar a los hipopótamos durante años, pero requiere mucho tiempo y esfuerzo, y hay pocos recursos disponibles.

Puede llevar tres meses rastrear un animal individual y el procedimiento no es fácil. Los hipopótamos machos tienen testículos retráctiles y los órganos reproductores de las hembras son aún más difíciles de encontrar, según los científicos. “No entendíamos la anatomía femenina. Intentamos esterilizar hembras en varias ocasiones y nunca lo conseguimos”, aseguró Echeverri López.

“La reubicación podría haber sido posible hace 30 años, cuando solo había cuatro hipopótamos”, dijo la doctora Castelblanco-Martínez al medio inglés, y agregó: “La castración también podría haber sido eficaz si los funcionarios hubieran proporcionado recursos suficientes para el programa desde el principio, pero ahora la única opción es un sacrificio”.

Fuente: Infobae