San Francisco (Excélsior). – Facebook Inc. advirtió que no puede asegurar que las redes sociales sean buenas para la democracia, pero dijo que estaba haciendo todo lo posible por evitar la supuesta intromisión rusa o de cualquier otra nación en las elecciones.
La publicación de titulares falsos o engañosos en las redes sociales se ha convertido en un problema mundial, tras las acusaciones de que Rusia intentó influir en las votaciones de Estados Unidos, Reino Unido y Francia. Moscú niega las acusaciones.
Facebook, la mayor red social con más de 2.000 millones de usuarios, abordó el papel de las redes sociales en la democracia en publicaciones en el blog del profesor de la Universidad de Harvard Cass Sunstein, y en el de un empleado que trabaja en el tema.
“Me gustaría poder garantizar que los aspectos positivos están destinados a superar a los negativos, pero no puedo», escribió en una publicación Samidh Chakrabarti, un gerente de productos de Facebook.
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Facebook, añadió, tiene el «deber moral de entender cómo se están usando estas tecnologías y qué se puede hacer para que las comunidades como Facebook sean lo más representativas, respetuosas y fiables posible».
Ejecutivos de Facebook ya recorrían Europa esta semana para abordar la lenta respuesta de la compañía a los abusos cometidos en su plataforma, como discursos de odio y las campañas de influencia extranjera.
Los legisladores estadunidenses han realizado audiencias sobre el papel de las redes sociales en las elecciones, y este mes Facebook amplió una investigación sobre los días previos al referendo británico sobre su pertenencia a la Unión Europea.
Chakrabarti expresó el arrepentimiento de Facebook sobre las elecciones estadunidenses de 2016, cuando, según la compañía, los agentes rusos generaron 80 mil publicaciones que llegaron a alrededor de 126 millones de personas en dos años.
La compañía debería haberlo hecho mejor, escribió, y dijo que Facebook estaba compensando el tiempo perdido al deshabilitar las cuentas sospechosas, haciendo visibles los anuncios electorales más allá del público objetivo y exigiendo a los que publican anuncios electorales que confirmen sus identidades.