Todavía por la mañana del viernes, María Reyna Cisneros Sánchez había acudido con su ginecólogo para que le diera el último chequeo a su embarazo y su especialista le dijo: «ya estás lista para que nazca tu bebé».
Por la tarde de ese viernes, María Reyna ingresó al hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), específicamente al área de Tococirugía, pues presentaba dos centímetros de dilatación y estaba lista para dar a luz; sin embargo, 16 horas después de su ingreso, María Reyna y su pequeña Valentina, quien llevaba en su vientre, fallecieron por una presunta negligencia médica del personal del Seguro Social.
Noé Sánchez Hernández, tío de María Reyna, relató para Organización Editorial Mexicana que desde que ingresaron a su sobrina hubo irregularidades en la atención.
“Llegó mi sobrina ya lista para aliviarse, la ingresan y a la hora que la ingresan salen las enfermeras y le piden a mi hermana que la cambien, pues la iban a preparar para hacerle cesárea, porque la bebé venía muy grande.
“Mi hermana la cambió y ahí esperamos un rato. Mi hermana estaba pregunte y pregunte, pero le dijeron que la estaban preparando, porque había dos personas en cirugía por cesárea y ya luego seguía mi sobrina. Nosotros nos fuimos como a las 10 de la noche, pues pensábamos que ya mero la ingresarían al quirófano y mi hermana se quedó esperando con María Reyna.
Como a las cuatro de la mañana, mi hermana me habla desesperada, me dice que aún no entra a cirugía, que no la atendían y para entonces habían pasado entre 10 a 12 horas de que llegó al IMSS”, contó el tío de María Reyna.
Y prosiguió con el relato de la tragedia: “a las siete de la mañana mi hermana ingresa a la fuerza, no la dejaban entrar, pero mi hermana quería ver a María Reyna en qué condiciones estaba, mi hermana tuvo que aventar a las enfermeras, meterse a la fuerza y encontró a mi sobrina en una esquina, sin suero, sin oxígeno, ya empezando a ponerse morada”.
Noé Sánchez contó que para entonces, María Reyna gritaba que ya no podía, que le sacaran a su bebé, pues ella sentía que había fallecido, pues durante toda la noche no se había movido en su vientre.
“Mi hermana empieza un forcejeo con el cirujano del turno de la madrugada, el cirujano manda sacar a mi hermana y le dicen que ya la van a atender, que eso es normal, pero mi hermana la vio muy mal y eso pasó como entre siete y ocho de la mañana”.
Para las nueve de la mañana, las enfermeras del IMSS le dijeron a la mamá de María Reyna que la llevarían a un hospital privado.
“Llegan a ese hospital, le hacen un ultrasonido y si acaso duró media hora ahí, pero los médicos de ese hospital Santa Teresa la vuelven a regresar al IMSS.
“Yo para entonces ya estaba en ese hospital y escucho cómo reclaman los del hospital al personal el IMSS, del por qué le mandaban a mi sobrina en ese estado, que el bebé ya había fallecido y entonces empiezo a reclamar, a pelearme por haber escuchado eso”.
Tras haber sabido que la pequeña Valentina estaba muerta en el vientre de María Reyna, Noé acudió a la agencia del Ministerio Público a denunciar la muerte por negligencia médica de la bebé.
Cadena de irresponsabilidad
Al llegar de nueva cuenta al Seguro Social de la avenida Reforma, tras haber interpuesto la denuncia, Noé se entera que hacía unos momentos María Reyna acababa de fallecer.
Noé relató que durante su embarazo, María Reyna no tuvo complicaciones, llevó su control prenatal de forma puntual e incluso en la empresa en la que trabajaba el médico le hizo revisiones periódicas y en ninguna hubo ningún problema.
“Cuando ya murió, nos dijeron que mi sobrina estaba diabética, ¿pero cómo en los ocho meses que llevó su embarazo no nos dijeron nada? Fue una negligencia médica, no hay más que eso y queremos justicia, que pague quien tenga que pagar, porque ella murió porque algún irresponsable no hizo su trabajo.
«Vamos a llegar hasta lo último, porque fueron 16 horas sin atención para mi sobrina y ella y su bebé murieron por la irresponsabilidad de médicos del IMSS.
“Sabemos que el IMSS es un monstruo federal, pero no queremos que haya más muertes como la de mi sobrina”.
Este lunes, María Reyna estaría cumpliendo 27 años de edad y antes de fallecer decía que el mejor regalo que recibiría sería la llegada de su pequeña, pero no sucedió.
Fuente: el Sol de Irapuato