Revelan megafraude con recursos del Infonavit


Al cumplirse el próximo mes de mayo el 47 aniversario del Infonavit, son más los saldos pendientes con la clase laboral que los beneficios; se podría decir que durante todo este tiempo se apoyó más a las clases políticas, sindicales y empresariales que a los trabajadores.

En una retrospectiva sólo de los últimos años, tanto exdirectores generales como exrepresentantes empresariales y sindicales se llenaron los bolsillos a través de este organismo, además de que por si fuera poco, grandes “vivienderas” a quienes en efectivo se les pagaron cientos de miles de “casas chatarra”, de la noche a la mañana “quebraron” en los últimos años, lo que para las autoridades “pasó desapercibido”, lo que es por demás sospechoso. Todo indica que se trató de un “megafraude” que nadie investigó.

Pérdidas mayúsculas

Su actual director Carlos Martínez Velázquez informó que solo durante 2018 el Infonavit perdió 245 millones de pesos por las diferentes subastas de viviendas abandonadas que realizó. Sin embargo, como ya las pagó a las inmobiliarias, sólo le queda recuperar algo de lo que otorgó en los créditos.

Rematan viviendas luego de despojárselas a derechohabientes que se atrasaron en los pagos.

Y es que como se sabe, conforme a su director, existen 50 mil viviendas abandonadas en todo el país, ya que fueron mal construidas, lejos de los centros de trabajo, sin servicios ni transporte ni seguridad. En el pasado sexenio a pesar de que se remataron 22 mil viviendas a través de subastas, todavía se perdieron 245 millones de pesos.

El titular del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), abundó que en estas pérdidas se suman el pago de la escrituración y titulación.
“En el tema de las subastas tuvimos una pérdida de 245 millones de pesos, eso fue lo que se perdió en términos netos por generar estas subastas de cartera. Sin embargo, la estructuración de esos procesos nos salía más caros que los ingresos que teníamos de esto, por eso teníamos una pérdida neta de 245 millones de pesos”, puntualizó.

Por eso destacó que se acabó el mecanismo de pasar la recuperación de la cartera vencida a despachos especializados, máxime que el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador, anunció no a los desalojos, si a reestructurar sus deudas.
Cabe destacar que esas viviendas se les pagaron a las inmobiliarias, mismas que no les pusieron servicios y fueron de mala calidad. Les resultó más caro al trabajador habitarlas que rentar por donde laboran, como se dijo.
Por eso, destacó el funcionario que para defender los derechos humanos de sus afiliados, trabajará con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en revisar los lineamientos y reglas de operación, para evaluar los procesos, políticas y resultados de los despachos de cobranza, así como los mecanismos de pago.

Más corruptelas

Cabe destacar que en el sexenio pasado en todo el país, se remataron miles de viviendas sin que el trabajador tuviera conocimiento de ello al amafiarse jueces, funcionarios y litigantes.

Red de corrupción para despojar de sus viviendas a derechohabientes del Infonavit.

En Sonora por decir sólo un ejemplo, existen 26 mil demandas del Infonavit contra derechohabientes, reconocidas por el Supremo Tribunal de Justicia, mientras que en despachos externos del instituto, otras 20 mil demandas de créditos hipotecarios de sonorenses están depositadas de manera ilegal en juzgados de otros estados, cuyos despachos están a punto de perpetrar más despojos.

Negocios de empresarios

Independientemente de las constructoras, otros que también se benefician con el sudor de los trabajadores son los representantes empresariales; está el caso de Sebastián Bernabé Fernández Cortina, quien durante 15 años fungió como director empresarial del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores.
De acuerdo a denuncias en 2015 pudo traspasar un crédito hipotecario bancario al Infonavit a tasa preferencial de 4 por ciento por 22 millones de pesos, lejos de los financiamientos que ofrece el Fondo a la mayoría de los trabajadores que es de 10 por ciento en promedio.

Carlos Martínez Velázquez, nuevo director del Infonavit, señala que hay 50 mil viviendas abandonadas en el país.

Este personaje estuvo durante las administraciones de los directores Víctor Manuel Borrás, Alejandro Murat y David Penchyna, en suma tres lustros.
Actualmente también forman parte del Consejo de Administración por la parte empresarial la Concamin, a cargo de Francisco Cervantes; la Concanaco, José Manuel López Campos; y a la Coparmex, con Gustavo de Hoyos.
Otro caso es el de José Manuel Pelayo Cárdenas, director General de Riesgos del Instituto, quien transfirió un adeudo por 8 millones 500 mil pesos, con los mismos beneficios que Fernández Cortina.

AMLO en defensa del trabajador

Hace unos días, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, destacó que el ex director David Penchyna ganaba 700 mil pesos mensuales y criticó los lujos del pasado gobierno de Enrique Peña Nieto.
“Eran muchas las entradas adicionales. Una cosa era el salario y otra cosa eran bonos, compensaciones. En la suma daban 600, 700 mil pesos.

David Penchyna, uno de los exdirectores del Infonavit que se llenaron los bolsillos a costa de los derechohabientes.

“Nos va a llevar tiempo, pero la idea es que los ciudadanos puedan saber cuánto ganamos los servidores públicos en total, cuánto gana un servidor público, porque eso no se podía saber, no se sabía porque eran muchas entradas de distintas maneras”, declaró.
Cabe resaltar que Penchyna, en el sexenio pasado lo comenzó como senador de la República, quiso ser candidato a gobernador de Hidalgo; sin embargo, perdió, Omar Fayad Meneses le ganó el cargo.


Como premio de consolación Peña Nieto lo nombró director general del Infonavit.

El actual director del Infonavit, Carlos Martínez Velázquez, informó que en el periodo de enero a diciembre de 2018, Penchyna recibió un salario integrado en términos brutos de 9.3 millones de pesos, es decir 745 mil pesos al mes.
Eso fue el salario anual entre enero y diciembre, lo que si se divide en términos brutos serían 745 mil pesos mensuales, por si fuera poco incrementó el presupuesto de operación del Infonavit en 80%, además tuvo porcentajes de abandono de 80,000 viviendas por año.
Hasta la fecha entre recortes y ahorros en el Infonavit que ya se superan los 2000 millones de pesos. Martínez Velázquez tendrá un salario anual equivalente a un millón 800 mil pesos, contra nueve millones 300 mil pesos de su antecesor, reiteró.

No es regalada la vivienda

Cabe destacar que el trabajador no recibe nada de manera gratuita, por el contrario, previamente al otorgamiento de un crédito han aportado cantidades al gobierno para crear la subcuenta de vivienda de cada uno de ellos comúnmente utilizada como enganche. 
El trabajador se obligará por un par de décadas al menos al pago de su vivienda y a los intereses que ello genere mediante descuentos en su salario.
No obstante la Ley del Infonavit otorga a su Consejo de Administración la facultad para que de manera discrecional elabore políticas y reglas para el otorgamiento de créditos, es decir, no es nuestro Poder Legislativo quien ha definido el tan conocido Sistema de Puntaje.
De acuerdo a expertos, el sexenio pasado se dilapidaron 50 mil millones de pesos en subsidios; sin embargo, las grandes empresas “vivienderas” como Geo, Ara, Sare, Homex y Urbi, lejos de salir de sus crisis financieras quebraron. La pregunta es ¿a dónde fue a parar todo el dinero que cobraron por los créditos de cientos de miles de trabajadores y los subsidios que se otorgaron?

Millonarios “quebrados”

Cabe resaltar que a través de la Canadevi a cargo de Carlos Medina es como se maneja a qué empresas otorgar dichos subsidios.
Asimismo Urbi, Geo y Homex  acabaron con miles de hectáreas de cultivo o ecológicas e hicieron miles de viviendas, muchas de las cuáles como se dijo, están abandonadas. Cabe resaltar que también casas ARA es sinónimo de mala calidad de viviendas, pero a pesar de ello, la empresa continúa.
En el caso de GEO, el año pasado «quebró» y de los miles de millones de pesos que obtuvo vendiendo viviendas chatarra, no se sabe. Su dueño Luis Orvañanos de la noche a la mañana a pesar de que obtuvo 55 mil millones de pesos y vender sólo en 2012 más de 55 mil viviendas no pudo “pagar” los créditos bancarios y se declaró en quiebra.


Esta inmobiliaria junto con otras desarrolladoras en las últimas dos décadas “fabricaron” más de 60 mil viviendas en promedio por  año.

Los dueño de estas empresas como Eustaquio de Nicolás, de Homex; Luis Orvañanos, de Geo, y Cuauhtémoc Pérez Román, de Urbi, “perdieron” las inmobiliarias que fundaron y estas quedaron en manos de los bancos, lo que es muy sospechoso, algo que las autoridades ni por asomo investigaron.

Fuente: La Verdad