Culiacán, Sin.- “Por qué me lo quitaron, por qué, él era bueno”, reclamaba con un llanto desgarrador la esposa del agente de la policía municipal de Culiacán que fuera acribillado a balazos el pasado domingo.
Con reclamos a Dios del por qué se lo llevó y a los asesinos que se lo quitaron, familiares y amigos, así como un gran número de elementos policíacos de la Unidad Preventiva y de Vialidad y Tránsito despidieron al agente Bernardino Aispuro Angulo quien el pasado domingo fue cobardemente asesinado por un grupo armado en la colonia La Campiña.
El Comandante Berna como le decían sus amigos fue despedido con la banda de guerra de la secretaría, donde ingresó por primera vez desde el primero de mayo del 2003 y el cual según información de la propia SSPyTM contaba con un historial limpio.
Los restos del agente que cayó en el cumplimiento de su deber, fueron sepultados en el panteón de la Limita de Itaje, la mañana de este martes, luego de que se le oficiara una misa en la Iglesia Cristo Rey, donde estuvieron presentes el nuevo secretario de seguridad pública de Culiacán, Cesar Abelardo Rubio Olivas, el director operativo de la policía municipal, Carlos Héctor Ochoa Polanco, así como el subdirector, Héctor Luis Gutiérrez Cossío.
Cabe recordar que este agente de la policía municipal fue abatido a balazos el pasado domingo, por unos presuntos sicarios que le cerraron el paso a la patrulla en la que el hoy fallecido junto con otro agente realizaban rondines de vigilancia en la colonia La Campiña, hechos registrados una semana después de que también la mañana del domingo dos elementos de tránsito fueron atacados a balazos por un grupo armado en la capital sinaloense.
Patricia Mata /ExtraOficial