Nueva York– Médicos en Estados Unidos avalaron la aprobación federal esta semana de un nuevo aerosol nasal de efecto rápido para combatir la depresión. Sin embargo, también expresaron preocupación sobre su costo y los efectos a largo plazo, así como sobre la logística de administración de acuerdo con los requerimientos de seguridad.
El nuevo fármaco, esketamina, fabricado por Janssen Pharmaceuticals, obtuvo la aprobación por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) el 5 de marzo para personas que han recibido escaso o nulo alivio de otros antidepresivos. La decisión de la FDA ocurre después de meses de expectativa. La esketamina, que será comercializada con el nombre de Spravato, es el primer medicamento de prescripción para la depresión derivado de la ketamina, un anestésico antiguo y ampliamente usado.
La dosis recomendada del fármaco recién aprobado es dos veces a la semana, durante cuatro semanas, con dosis de refuerzo conforme se necesite, junto con algún antidepresivo oral común. Sin embargo, tanto la esketamina como la ketamina causan efectos secundarios, incluidos sensaciones extracorporales y alucinaciones, y existe un potencial para el abuso.
La FDA emitió requerimientos estrictos de seguridad: las dosis deben administrarse en un consultorio médico o clínica, en las que los pacientes sean monitoreados al menos durante dos horas, la experiencia debe ingresarse a un registro y los pacientes no deben manejar el día del tratamiento.
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“Estas cuestiones levantan barreras”, dijo Erick Turner, psiquiatra en la Universidad de Salud y Ciencia de Oregon. “Las personas tienen que venir dos veces a la semana al hospital y permanecer durante dos horas mientras las monitorean. Así que debe haber espacio para ellos, y la pregunta es dónde. La sala de espera no va a funcionar, en la clínica en algún lugar, que puede ser difícil de encontrar. Y después alguien tiene que llevarlas a su casa”.
El costo de Spravato también es una preocupación, dijeron algunos médicos. El precio al mayoreo del tratamiento inicial de un mes oscilará entre 4 mil 720 y 6 mil 785 dólares, dependiendo de la dosis, de acuerdo con Janssen. El tratamiento de seguimiento costará entre 2 mil 360 y 3 mil 540 dólares. Eso hace que el costo total sea comparable con tratamientos existentes como la terapia electroconvulsiva y la estimulación magnética transcraneana.
El precio minorista de la esketamina, más los costos de hospital, es mayor que el del tratamiento con ketamina intravenosa, el anestésico genérico.
Fuente: El Diario