Entrelineas por Eduardo Valdez Verde
El martes, durante el inicio del segundo periodo de sesiones del Congreso del Estado, se vio lo que desde hace mucho tiempo no se veía en esta ciudad: jóvenes estudiantes en protesta por una causa común y a todas luces justa.
Independientemente de las formas y los jaloneos que se dieron afuera del recinto legislativo, creo que es sano que los jóvenes se inconformen y salgan a la calle a manifestar lo que consideran que les afecta.
Es preferible una juventud rebelde, que reclama, a una juventud agachona y silenciosa.
Muchos nos quejamos de la poca participación de los jóvenes en los asuntos públicos, pero cuando estos piden ser escuchados en la toma de decisiones, se les tacha de rijosos o rebeldes sin causa.
En las manifestaciones de estos últimos días no ha habido violencia de parte de los manifestantes, pero sí una gran indiferencia de parte de las autoridades.
Vaya, lo más incongruente que se puede ver es un Congreso amurallado, en donde no se permite el acceso de quienes exigen ser escuchados.
Eso es lo que más debe preocupar y no algunos 200 o 300 jóvenes fuera de las aulas haciendo ruido para que los tomen en cuenta. Motivos para protestar hay muchos, así es que se requieren más jóvenes que se sumen a este tipo de manifestaciones.
¿Por qué la molestia de de los diputados, del Gobernador y de otros funcionarios cuando los alumnos de preparatoria exigen que no se les aumente la tarifa del transporte público?Ver a la «plebada» afuera del Congreso, con pancartas y consignas, debe llamar la atención y prender las luces de alerta de nuestras autoridades.
Un aumento al transporte público de uno o dos pesos, afecta seriamente la economía de miles de jóvenes que diariamente tienen que tomar hasta cuatro camiones para trasladarse a la escuela y de la escuela a su casa.
Claro, ni los diputados ni el resto de los funcionarios se han sensibilizado sobre este tema porque ellos jamás toman un camión urbano o foráneo.
Ellos (los funcionarios) se movilizan en vehículos pagados por el erario público y consumen gasolina pagada también por el erario público.
Entre ellos y los pulpos camioneros han de comentar: «que tanto exageran si nomás se les piensa aumentar un peso al pasaje».
Insisto: yo prefiero a los jóvenes en las calles, protestando e informándose sobre lo que les afecta o les beneficia, que enclaustrados en las aulas o como zombis en «texteando» en sus celulares. Bienvenida la inconformidad de los estudiantes.
LIBRETA DE APUNTES.
UN REPORTAJE del noticiero radiofónico MVS revela cómo el dirigente del PRI – en el DF, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, ha tejido una red de prostitución para su uso personal y quizás de sus amigos y allegados. Esto, con dinero del PRI. No sé porqué, pero me recuerda a dos jóvenes priístas sinaloenses señalados por él control de jovencitas con los mismos fines.
QUE ALGUIEN explique porque yo de plano no entiendo: Cesan e incluso Ie inician averiguación a jefes policiacos de Mazatlán por sus presuntos nexos con delincuentes, pero acá en Culiacán, donde se ha comprobado que El Chapo Guzmán se paseaba con gran libertad y comodidad, ningún jefe policíaco, ningún alto funcionario del área de seguridad y ningún jefe militar ha sido molestado.