Un juez federal concedió el beneficio de prisión domiciliaria al capo Miguel Ángel Félix Gallardo, El Jefe de Jefes, ex líder del cártel de Guadalajara, en el proceso donde fue sentenciado a 40 años de prisión por delitos contra la salud, acopio de armas y cohecho.
La resolución fue dictada el pasado 7 de septiembre por el juez Séptimo de Distrito de Procesos Penales Federales con residencia en la Ciudad de México.
Aunque el narcotraficante considerado uno de los delincuentes más poderosos de México en los 80, recibió el beneficio de la prisión domiciliaria debido a su estado de salud, pero no saldrá de la cárcel porque la Fiscalía General de la República (FGR) impugnó la decisión, lo cual fue confirmado a Animal Político.
El juzgador tomó en cuenta el precario estado de salud del narcotraficante y ordenó la colocación de un geolocalizador.
No obstante, no está claro si ya fue sustituida la pena privativa de libertad que enfrenta por el homicidio del agente de la DEA, Enrique Kiki Camarena Salazar, y del piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar, donde enfrenta una condena de 37 años de cárcel, proceso que está radicado en Jalisco.
En marzo del presente año, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dejó firme la sentencia dictada de 40 años de prisión, porque rechazó estudiar el recurso de revisión que interpuso.
La presidencia de la Corte desechó el amparo directo en revisión porque se presentó después de la reforma judicial, y porque el caso no reviste “un interés excepcional en materia constitucional o de derechos humanos”.
En enero del presente año, el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal resolvió no amparar a Félix Gallardo quien pretendía revertir la condena que se le dictó. Los magistrados consideraron que los delitos estaban demostrados, además que “ya era cosa juzgada”.
Los magistrados del Tribunal ordenaron solo dar vista a la Fiscalía General de la República (FGR) para que investigue la denuncia del capo, quien aseguró que tras su detención en la década de los 80 fue víctima de tortura por parte de los agentes que lo capturaron.
En los últimos meses, el capo sufrió otros reveses judiciales. Por ejemplo, en octubre pasado, un juez federal le negó un amparo con el cual pretendía evitar que se le obligue a pagar 20 millones 810 mil pesos a las familias del agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar, y a la del piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar, por concepto de reparación del daño por el homicidio de estas personas en 1985.
En 2017, el juzgado Cuarto de Distrito de Procesos Penales Federales en el estado de Jalisco, sentenció al capo por el delito de homicidio calificado, con premeditación y ventaja, y le ordenó reparar el daño junto con los otros sentenciados del cártel de Guadalajara, Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo, Don Neto.
Después, el 13 de marzo de 2018, el juez de la causa penal consideró que había vencido el plazo de “cinco días” que se le otorgó a Félix Gallardo el 27 de febrero del mismo año, para que cubriera la reparación del daño impuesta en la sentencia del 23 de agosto de 2017.
Por este motivo, el juzgador giró un oficio a la Administración Desconcentrada de Recaudación, con sede en Jalisco “1”, para que iniciara el procedimiento para hacerlo cumplir de manera forzosa.
En la década de los 80, Félix Gallardo tuvo como sus subordinados a los narcotraficantes Rafael Caro Quintero y a Ernesto Fonseca Carrillo, Don Neto, así como a Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos; Héctor Luis El Güero Palma Salazar, Joaquín El Chapo Guzmán y a los hermanos Arellano Félix, quienes después se convirtieron en los principales barones de la droga y terminaron enfrentándose entre sí.
Con información de Milenio