Guerra entre ‘chapos’ y ‘mayos’ aumentó un 80% los homicidios en Sinaloa: CESP


En la edición 2025 del Índice de Paz México (IPM), Sinaloa descendió cuatro lugares y se ubicó en la posición 22 de las 32 entidades del país.

El deterioro, con un alza del 14.1% en su calificación general, está marcado por un preocupante incremento en homicidios, delitos ligados al crimen organizado y uso de armas de fuego, a pesar de mejoras puntuales en algunos indicadores.

El dato más alarmante fue el incremento del 80.6% en la tasa de homicidios, que se elevó a 31.4 por cada 100 mil habitantes, muy por encima del promedio nacional (23.3). Ocho de cada diez de estos crímenes fueron cometidos con arma de fuego, lo que refleja un aumento del 124% en este tipo de violencia.

“El incremento es comprendido por la situación de violencia que comenzó en septiembre de 2024”, dijo Carlos Juárez Cruz, director del Instituto para la Economía y la Paz en México.

El Índice de Paz México fue presentado por Juárez Cruz acompañado de Miguel Calderón Quevedo, coordinador general del Consejo Estatal de Seguridad Pública; Iván Velázquez, director de Suma Sociedad Unida; Adrián López Ortiz, director general del Grupo Editorial Noroeste; Perla Anahí Zavala, directora de la secundaria Emilia Obeso; y Saúl Meza, director del Instituto Sinaloense de la Juventud.

*La violencia cuesta cara a los sinaloenses*

El repunte en la violencia generada por el crimen organizado tuvo un impacto social, pero también económico de la violencia. Se calcula que el costo de esa violencia en el estado ascendió a $122 mil millones de pesos en 2024, es decir, $37,583 pesos por sinaloense.

“Esta desconexión entre violencia real y percepción podría estar vinculada al control territorial de grupos armados”, dijo el director del Instituto para la Economía y la Paz en México.

*Sinaloa y la violencia en números*

De acuerdo con los datos recogidos en el Índice de Paz, la delincuencia organizada también muestra señales de expansión: los delitos relacionados crecieron 32.5%, y la extorsión aumentó 86.2%, revelando una mayor presencia delictiva, sobre todo en zonas urbanas como Culiacán y Mazatlán, que son clave para el tráfico ilícito.

Si bien hubo una leve reducción en los delitos con violencia (-0.6%), la tasa se mantiene elevada (2,778.5 por cada 100 mil habitantes), robos y asaltos crecieron ligeramente, mientras que la violencia sexual aumentó 5.6%. Por el contrario, la violencia familiar descendió 4.2%, aunque sigue siendo alta.

En contraste, el narcomenudeo disminuyó 22% y se ubicó entre las tasas más bajas del país (6.4), lo que podría indicar una concentración del narcotráfico en canales menos visibles y de mayor valor estratégico, aseguró Carlos Juárez.

También se registraron caídas importantes en delitos graves (-9.5%) y en secuestros y trata (-78.9%).