Hace 26 años, cuando arrestaron por primera a Joaquín «El Chapo» Guzmán Loera, las autoridades mexicanas le incautaron un lote de 103 joyas, del cual sólo queda un inventario sin fotografías porque su paradero se desconoce en la actualidad.
Una investigación realizada por la sección de Univision Investiga de esa cadena de televisión hispana, intentó indagar cuál fue el destino final de estas piezas de joyería y se encontraron con que las autoridades dicen no saber de su existencia.
Una de las joyas incautadas era un reloj con el emblema «presidente Constitucional 1988-1994» que estaba en una caja de acero esmaltado. Los años inscritos en la insignia corresponde al periodo presidencial de Carlos Salinas de Gortari.
“El Chapo” fue aprendido por primera vez en 1993 y en esa fecha al parecer le decomisaron un lote con 103 joyas.
Durante ese sexenio el Partido Revolucionario Institucional (PRI), al cual pertenecía Salinas de Gortari, mandó a hacer más de 100,000 relojes con los emblemas presidenciales. «Lo podía tener cualquiera, no eran relojes que necesariamente entregaba el candidato», dijo una persona cercana a la familia del ex presidente a Univision.
En el lote de joyas del «Chapo» también había un dije de 14 quilates con 120 diamantes con el apodo de Guzmán Loera inscrito. Otras alhajas hacían referencia a la familia del fundador del Cártel de Sinaloa.
Ricardo Rodríguez, director del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), institución encargada de reguardar y custodiar los bienes asegurados, dijo no tener detalles sobre la administración y destino de las 103 joyas.
Las iniciales de Alfredo Guzmán e Iván Archivaldo, hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, estaban inscritas en algunas joyas incautadas a Joaquín Guzmán Loera
De salida a subasta, el lote podría valer entre USD 170,000 y 200,000, calculó Alba Zabaneh, quien se desempeñó por más de una década como perito valuador para el SAE.
El inventario fechado en 1993 incluye varios Rolex, uno de ellos con 332 diamantes blancos incrustados, un ajuar de collar, pulsera y anillo de oro con 85 zafiros australianos y tiene grabadas las iniciales del narcotraficante.
Alejandrina Giselle, nombre de una de sus hijas con su primer matrimonio aparece abreviado como Alex o A en dos esclavas de oro y tres pendientes, uno de los cuales tiene 59 diamantes. Alejandrina también era el nombre su primera esposa.
Dos esclavas Cartier de 14 quilate de oro, 54 diamantes y la grabación «Chapito» forman parte del lote. Ese era el apodo con el que se conocía a Iván Archivaldo, otro de los hijos mayores de Guzmán Loera.
Hay otras esclavas similares con las iniciales de los nombres de César y Alfredo, todos hijos de su primer matrimonio.
El director del SAE, Ricardo Rodríguez, dijo a la periodista Peniley Ramírez que por ella se había enterado de la existencia de esas joyas. Luego contó que tienen más de 10 lotes bajo resguardo, por eso no descarta que las joyas del «Chapo» puedan todavía estar en posesión del Gobierno mexicano.
Los bienes decomisados al narcotraficante en 1993 podrían no haber sido vendidos porque antes «no había esa coordinación con la PGR, ahora Fiscalía [General de la República]. Esa falta de coordinación hacía que el Ministerio Público no declare en abandono y podrían pasar 10 años administrando dichos bienes», explicó el director del SAE.
“El Chapo” pidió en varias ocasiones a sus abogados recuperar sus joyas incautadas sin tener éxito.
De acuerdo con la investigación de Univision, las joyas pudieron estar siete años en una bóveda bajo resguardo de la entonces Procuraduría General de la República (PGR). Al parecer fueron trasladas en 2001 a instancias de la SAE.
El encargado de recepción fue Víctor Aznar, quien recordó que pasaron 17 días revisando con peritos de la PGR joya por joya. Por ley no pueden saber a quién pertenecían esos bienes, pero se acuerda de las descripciones hechas por la reportera.
En 2002, un abogado pidió la devolución de las joyas del «Chapo». Según Aznar, el mismo hombre se presentaba cada martes a las 11:00 horas para hacer la misma petición. Después dejó de ir.
Cuando fue reaprehendido por segunda vez en 2014 y poco antes de fugarse de nuevo, «el Chapo» ordenó a sus abogados que volvieran a intentar recuperar las joyas, pero el caso había prescrito.
Fuente: Infobae