Ciudad de México, a 14 de enero de 2014.- El conflicto por la defensa del agua en el vecino estado de Sonora tomó el cauce de la negociación, y durante la reunión que se llevó a cabo en la Secretaría de Gobernación se sentaron las bases para una solución negociada, en la que se acordó buscar diversas alternativas que garanticen el derecho histórico por el agua que tienen los pueblos yaquis del sur de Sonora, y reunirse el próximo martes de nuevo en la capital del país.
La reunión fue encabezada por el subsecretario de Gobernación, Luis Miranda Nava; el Secretario del Medio Ambiente y recursos Naturales, Juan José Guerra Abud; el director general de la Comisión Nacional del Agua, David Korenfeld Federman y el titular de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, Guillermo Bélchez Haro.
También estuvieron los gobernadores de Sonora, Guillermo Padrés Elías y el de Sinaloa, Mario López Valdez, éste último como firmante del Acuerdo de Vícam, que permitió sentar en la mesa de negociaciones a gobernadores tradicionales de los pueblos yaquis, así como a representantes de organismos productivos del sur de Sonora, de Sinaloa, y a integrantes del Movimiento por la Defensa del Agua, que se trasladaron a la Ciudad de México en la búsqueda de soluciones.
En la mesa de negociación, los voceros yaquis expusieron detalladamente las presuntas irregularidades en las que se incurrió al construir el acueducto Independencia, así como en su operación, debido a que no se contó con un estudio de impacto ambiental emitido por Profepa.
Esto fue reconocido por el propio titular de Semarnat, Juan José Guerra Abud, quien durante el encuentro dio lectura a la determinación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que consideró inconsistente el proyecto, y ordenó la suspensión de operaciones, pero para ello primero tendrá que llevar a cabo una consulta a los pueblos indígenas para determinar el grado de afectación que ha sufrido el sistema hídrico del río Yaqui.
También, durante la reunión entre las partes involucradas en este conflicto, incluyendo al estado de Sinaloa como tercero afectado, se avanzó en la concreción de acuerdos para distender el conflicto, que afecta a por lo menos 40 mil integrantes de la tribu yaqui y a los sectores productivos del sur de Sonora.
A fin de agilizar los avances y la determinación de darle respuestas a las demandas yaquis, el gobernador de Sinaloa propuso que, aprovechando la voluntad política mostrada, se establezca una mesa específica donde se encuentren soluciones a la problemática de ésta etnia, en un intento de que salga de su marginación histórica y que mejoren sus condiciones sociales y económicas.
Específicamente sugirió analizar y consensuar propuestas como la cristalización del añejo Sistema Hidráulico del Noroeste, SHINO, implementar proyectos productivos y atender los reclamos sociales de la etnia yaqui para sacar del abandono y la marginación a los pueblos tradicionales y sumidos actualmente en condiciones de extrema pobreza en sus comunidades.
El subsecretario de Gobernación, Luis Miranda Nava, propuso una segunda reunión con todas las partes para el próximo martes, con la intención de avanzar lo más rápido posible en la solución a este conflicto, que permita levantar en forma definitiva el plantón y el bloqueo de la carretera Internacional a la altura de Vícam.
En su oportunidad, el gobernador de Sonora, Guillermo Padrés Elías, se mostró dispuesto al diálogo y a la negociación, y dijo que acatará las disposiciones que emanen de esta mesa que reunió a las autoridades federales, en un tema que trascendió las fronteras de su estado y que pretende una salida satisfactoria para las partes en conflicto.
Esta movilización cumplió ya más de siete meses, mediante la cual los yaquis demandan la suspensión de operaciones del acueducto Independencia, que tuvo un costo superior a los 4 mil millones de pesos, y que la Semarnat ha condicionado a la realización de un estudio a fondo para conocer las consecuencias que esta infraestructura ha provocado en esta región, en su economía, la actividad productiva, y en el ámbito social de los pueblos tradicionales.
El acueducto Independencia tiene una longitud de 170 kilómetros aproximadamente, desde la presa Plutarco Elías Calles, conocida comúnmente como presa El Novillo hasta la ciudad de Hermosillo, y se utiliza para abastecer de agua a la capital sonorense.
Durante la reunión estuvieron gobernadores tradicionales de los pueblos yaquis del sur de Sonora, quienes se dicen los principales afectados por esta obra, en virtud de que los deja sin abasto de agua para la siembra de sus tierras, lo que pone en riesgo su supervivencia económica, como lo denunciaron en el encuentro.
Por los pueblos yaquis hablaron Tomás Rojo Valencia, vocero de las tribus, así como Mario Luna Romero, secretario tradicional; Alberto Vizcarra Osuna, del Movimiento por la Defensa del Agua, Nicolás Olea, abogado de este movimiento, Juan Leyva Mendívil, presidente del Distrito de Riego del Río Yaqui número 41. Acompañó al gobernador de Sinaloa Raúl Pérez Miranda, director de Gobierno en el estado, en representación del secretario general de Gobierno, Gerardo Vargas Landeros.
Redacción /ExtraOficial