En manifestación insólita piden liberación de “El Chapo” Guzmán


 

La marcha pacífica terminó en pelea, pánico, heridos y detenidos.

Culiacán, Sin.- Serían las seis de la tarde con ocho minutos cuando la banda comenzó a sonar, inició con “el sinaloense” bajando las escaleras de la lomita donde decenas de personas, en ese momento, se reunieron para manifestarse y pedir la liberación de Joaquín “el chapo” Guzmán.

La multitud encabezada por la banda descendía mostrando cartulinas, mantas y lonas con leyendas que en resumen pedían un juicio justo, respeto a los derechos humanos y la no extradición del líder del cartel del pacífico (o Sinaloa).

Las seis de la tarde con 13 minutos y comenzó aquella reconocida canción dedicada al capo, mi gusto es… ya no eran decenas, eran cientos de personas que conforme avanzaba la multitud esta iba creciendo.

“Chapo, Chapo, Chapo” gritaban algunos y otros más; “liberen al chapo cabrones”, era algo que no se podía creer, las personas de los comercios en la periferia de la avenida Álvaro Obregón salían con celular en mano para fotografiar o tomar video.

Conforme caminaban por el carril que va de sur a norte, es decir, desde la lomita hasta el palacio municipal, desde el otro carril brincaban personas de las camionetas y se sumaban al movimiento inédito.

 

El clímax

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La multitud que nunca dejó de gritar se encendió más cuando a las seis de la tarde con 32 minutos se ubicó entre el boulevard Madero y la calle Francisco Villa, la razón, en el otro carril se encontraban tres patrullas de la marina, que miraban asombrados la manifestación.

Los gritos se convirtieron en retos para los elementos de aquella corporación que apenas el sábado pasado logró lo que parecía imposible, la detención del hombre más buscado, Joaquín Archivaldo “el chapo” Guzmán Loera.

Seis con 40 y llegaron al palacio municipal donde el balcón estaba abierto, pero sin autoridades presentes, solo tomaban fotos, y la banda se instaló por unos minutos ahí donde los medios de comunicación entrevistaron, fotografiaron, video grabaron el evento inaudito.

Minutos después se escucharon fuertes golpes, lo que para algunos fue motivo de miedo por lo que salieron corriendo creyendo haber escuchado balazos en pleno centro de la ciudad.

Fue entonces cuando decidieron moverse, caminaron hasta catedral donde el espectáculo al parecer había superado las mil personas, que cual campaña política no paraba de escuchar y gritar el nombre de su gallo.

 

Manifestación insólita

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Era un hecho, aquella cadena que muchos tomaron como una broma se había convertido en algo que no se podía creer, no había comparación, ni con el triunfo de algún equipo de futbol, ni con la presidencia para algún candidato, ni un concierto de un cantante de moda.

Camionetas con sonido, motocicletas, la banda y cientos de personas gritando, hasta que llegaron otros vehículos desde donde se empezó a repartir botellas de agua para los asistentes.

Cajas y más bajas con botellas de agua que minutos después se convirtieron en proyectiles.

Con lujo de violencia

La fiesta se interrumpió cuando policías municipales llegaron hasta el lugar y comenzaron a lanzar gritos para dispersar a los manifestantes, algunas palabras altisonantes que prendieron a los asistentes.

Las botellas de agua comenzaron a salir de todas partes, el blanco eran los municipales que arrojaron gas pimienta. Los asistentes comenzaron a cubrirse la cara con las camisas y algunos gritaban entrando en desesperación debido a que el gas había llegado hasta la garganta y ojos.

El ambiente se volvió más pesado cuando un elemento de la policía municipal agredió a uno de los jóvenes presentes, al parecer menor de edad, quien recibió un golpe en la cabeza que le provocó el sangrado.

Los manifestantes no respondieron con golpes a los golpes enviados por policías, se siguieron manifestando tapando la avenida principal lo que derivó en la detención de varios de estos jóvenes.

El caos reinaba la calle principal de Culiacán y el nombre de “Joaquín Guzmán” ya no se escuchó, eran gritos para correr del lugar poco a poco disolviendo la multitud para dar peso de nueva cuenta al tráfico vehicular. 

 

Francisco Morales /ExtraOficial

 

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