Ciudad de México (Excélsior). – El excandidato presidencial del PRI, Francisco Labastida, aseguró que, contrario a lo que algunos opinan acerca de que su partido está debilitado rumbo a las elecciones presidenciales de 2018, éste “no está perdido”.
El también político y economista aseguró que hay factores que pueden impulsar a su partido como un buen candidato, lo que el tricolor lleve a cabo con miras a 2018, la posibilidad de que haya fracturas en otros partidos, así como los votos que los candidatos independientes consigan.
El PRI no está perdido, porque depende de que tengamos un buen candidato, que haya o no fracturas partidistas, así como de los votos que obtengan los independientes”, afirmó en entrevista con el periodista Pascal Beltrán del Río, para Imagen Radio.
“Va a haber divisiones en el partido, como ocurre en el PRD, donde Miguel Barbosa le da su apoyo a Andrés Manuel López Obrador, ‘chaquetea’ como dicen algunos, y otros piden su renuncia en el Senado. En el PAN también hay una fractura. Los independientes absorberán parte de los votos que la ciudadanía emita”, agregó.
Aseveró que, en el marco de las elecciones del próximo año, la sociedad y los institutos políticos están viviendo fenómenos inéditos; además, los mexicanos demandan figuras a las que no se les puedan imputar malos manejos en el pasado.
Al ser cuestionado sobre cuáles son las características que debe tener el candidato del PRI para la presidencia, Labastida Ochoa explicó que debe ser una persona honesta y que conozca a México, su sistema y sus problemas para plantear soluciones.
Necesita honestidad a prueba de fuego; cuando haya un debate con otros candidatos que tenga capacidad de articulación y conocimientos para librarlo bien; que conozca el país, el sistema, los problemas, las soluciones, a las personas, y con carácter para impulsar soluciones y decisiones”, aseveró.
Mencionó que el país puede llegar a tener una mejor época; no obstante, ésta sería con un gran cambio “duro de asimilar”, pero trabajando todos los mexicanos en conjunto se puede llevar a cabo.
“Hemos sido un país envidiado y puede creo que puede llegar una mejor época y eso quiere decir que tiene que pasar por un cambio duro de asimilar.
La población es conservadora y no le gusta los cambios, pero con claridad y certeza sobre el rumbo, la mayoría verá con entusiasmo el cambio que signifique evolución”, dijo.