El Hijo de la Leyenda se reivindica tras caer ante Cázares en septiembre y, tras cuatro episodios, regresa al camino de la victoria
Reapareció Julio César Chávez Jr. después de su derrota contra Mario Cázares el pasado 25 de septiembre, ahora con un resultado distinto y ante un rival que sólo aguantó cuatro rounds, el ecuatoriano Jeyson Minda, en la ciudad donde inició su carrera: Culiacán, Sinaloa.
El mexicano se llevó la victoria por la vía del nocaut en el cuarto round, después de mandar a su rival a la lona, recargando la rodilla, después de golpes sendos al cuerpo.
Chávez fue para al frente, pero de pronto la agilidad y el poder de los golpes de su rival le bajaron la intensidad. Dos uppers conectados al rostro de Junior fueron muestra de ésto. Pero se repuso con un zurdazo al rostro de Minda que lo dejó caliente y con la posibilidad de retomar terreno al mexicano. Al final, Minda amagó con un golpe después de la campana, lo que no contestó Chávez.
En el segundo round, después del intercambio de golpes, un gancho al final del round mandó a la lona al ecuatoriano, desatando el ánimo de las pocas personas que estaban presentes.
Para el tercer sucedió la misma dinámica, ahora con Minda usando más las cuerdas, recurriendo el abrazo, aunque ensuciando menos la pelea. Chávez Jr. seguía arremetiendo y buscando el cuerpo de su rival, el cual encontró con otro gancho que mandó a Minda de nuevo a la lona.
El desenlace de la pelea vino en el cuarto episodio. En el intercambio Minda visitó la lona sólo con la rodilla como en las ocasiones anteriores, pero tras reponerse, Chávez lo encerró en las cuerdas y sacó tres derechazos: el primero no lo esperó Minda, pero no lo tiró; el segundo lo dejó sin defensa y el tercero lo envío a la lona.
Aunque el ecuatoriano quiso volver, su semblante no era el mejor; su esquina tiró la toalla y se paró la pelea.
El resultado fue nocaut en el cuarto round a los 2 minutos y 22 segundos de dicho episodio, con lo que el Junior volvió a la senda del triunfo en la misma arena que lo vio iniciar su carrera, al igual que la de su padre.
Fuente: El Heraldo