Culiacán, Sin.- Los casos de violación en niñas y niños que se registran al interior de las familias son muy difíciles que se denuncien porque exponen a la víctima a una crítica y a un juzgamiento terrible donde generalmente se pone en duda su palabra.
La directora del Instituto Sinaloense de las Mujeres (ISMUJERES), Elizabeth Ávila Carrancio, manifestó que normalmente hay una negación inmediata a que un familiar que tenga el cuidado agreda sexualmente a los hijos menores.
Los casos que suscitados en el entorno escolar se mueve al agresor y no se atiende el llamado de la familia a una situación de violencia sexual lo que se le da a entender a los familiares es que no se les cree a las víctimas aun cuando hay protocolos y obligaciones.
“De los niños menores de 10 años generalmente son personas cercanas, familiares, padrastros, novios de las mamás son personas en los cuales los niños confían o tienen una cierta autoridad sobre los menores, sin estar exentos de este tipo de agresiones personas tales como maestros, cuidadores de colegios, conserjes que se da en mucho en un número”.
Ávila Carrancio señaló que la psicología, las pruebas y los estudios realizados han determinado que en las situaciones familiares casi toda la familia se entera y solamente reaccionan a la protección entre un 70 y 80 porciento los demás se guardan silencio porque vienen de entornos violentos iguales donde también se permitía este tipo de situaciones.
Geovanny Elizalde /ExtraOficial