Por Leonel Aguirre Meza
El ejercicio de autoridad, en este gobierno “del cambio” ha dejado mucho que desear. Particularmente en materia de Derechos Humanos notamos un retroceso. El uso de técnicas abominables como lo son la incomunicación, de atención arbitraria y la tortura, da muy mala imagen a este gobierno.
La estrategia de asfixia en contra de organismos y activistas por los Derechos Humanos es muy evidente. La negativa de la entrega de recursos económicos que fueron estipulados en la Ley de Egresos por parte del Congreso del Estado y la falta de voluntad para dar audiencia a los dirigentes de Organismos Sociales con este problema es preocupante.
En el caso particular, como activista por los Derechos Humanos, puedo afirmar, en conclusión, que me ha sido muy satisfactoria la labor emprendida por más de veinte años en la Defensa de los Derechos Fundamentales de las personas, en el apoyo de los que menos tienen y en la solidaridad con las victimas del poder y del delito.
No ha sido fácil compartir la impotencia de aquellos que han sufrido un abuso de autoridad, así como tampoco ha sido muy agradable compartir el dolor de madres con hijos desaparecidos, todo ello ante la indiferencia y frialdad de la autoridad.
Yo inicie mi actividad en la Defensa de los Derechos Humanos a un lado de Jorge Aguirre y fui formando, con molde a la antigua, observado a Norma Corona, Jesús Michel, Oscar Loza y Federico Sauceda, todos ellos a quienes agradezco su aportación en mi vida.
El próximo 21 de mayo, lo más probable es que termine el ejercicio de la presidencia ante la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa.
Me iré satisfecho de mi ejercicio y con un cúmulo de grandes detalles, particularmente la expresión de “muchas gracias” por parte de los cientos de personas que hemos atendido quienes salieron de la oficina gustosos de haberse sentido escuchados y de igual manera con la satisfacción de sentirme útil con aquellos que fuimos solidarios.
Nuestra Comisión de Derechos Humanos siempre ha tenido una actitud crítica y propositiva, no obstante ello, no choca con la posibilidad de reconocer méritos de muchos servidores públicos que merecen una reconocimiento público por la apertura y nivel de atención que han dado a nuestro organismo.
En esta tesitura, debo decir que el Presidente de Poder Judicial en el Estado, el Lic. Enrique InzunzaCázarez, es un personaje de gran valor, de cultura brillante y apertura al dialogo. El Juez Ricardo LópezChávez, con un dinamismo inusual y prácticas innovadoras que a muchos han sorprendido y que deja una buena imagen por sus conocimientos y atención personalizada. Al Juez Jorge Luis LópezJuárez, quien de igual manera siempre ha sido abierto a las inquietudes de esta asociación y hemos encontrado en el la aplicación de criterios en materia de Derechos Humanos desde tiempo atrás en que esta moda tuviera vigencia y al Lic. Jesús Alberto Ruiz Valenzuela, amigo personal de mi hermano Jorge Aguirre Meza y desde luego de toda mi familia, hombre probo y con bastante capacidad que debiera, desde hace mucho ser magistrado.
Por su atención y tiempo en la lectura de esta aportación les doy gracias.