QUE PASA EN EL ISIC


Entre Líneas por Eduardo Valdez Verde

Definitivamente estos no han sido ni serán los mejores años del Instituto Sinaloense de Cultura (antes Difocur). Si el tema de las artes y la cultura no fue prioridad para otras administraciones estatales, por que habría de serlo para la actual, que arrastra con tantos problemas de orden político, laboral y administrativo.

Cierto que se han hecho esfuerzos importantes por revivir los festivales culturales, que se han traído a Sinaloa espectáculos e primer orden, pero esto dista mucho de lo que se requiere para colocar a esta entidad como una de las que más impulso y promoción dan al tema de las artes.

Sí, se han gastado dinerales en traer programas televisivos como los Premios Oye y Hoy, ambos de Televisa, pero se han descuidado temas prioritarios como el equipamiento de las bibliotecas o los pagos de becas y estímulos a los creadores.

O bien, los pagos de sueldos de quienes participan en programas nobles como los talleres de lectura o la promoción de la cultura en las comunidades.

Y es que, más allá del relumbrón que deja promover al estado en programas televisivos que cobran a precio de oro el minuto, la cultura y el arte requieren un trabajo del día a día, desde los cimientos, de las actividades más sencillas como enseñar a leer o a cantar a un niño, hasta montar una ambiciosa obra de teatro.

Vaya, hay artistas que no pueden conseguir un vehículo para movilizarse a una presentación, pero es un secreto a voces que muchos de esos autos y camionetas son usados como propios por funcionarios que mal llega el viernes pegan la carrera a Los Mochis o a Mazatlán.

Algo andaba mal desde hace muchos meses en el ISIC, hasta que trono. Que haya problemas en un instituto con tantos talentos y tantos egos no es de asombrar, lo que llama la atención es que no se hayan tomado decisiones desde la SEPyC, de donde depende esta área, o directamente desde el despacho del gobernador.

La situación era ya tensa desde que artistas platicos, músicos de la OSSLA y actores realizaban plantones afuera del teatro Pablo de Villavicencio en cada espectáculo importante que se presentaba. Vaya, si ahí donde se tiene que dar la cara bonita del estado no se pone orden, ¿en donde lo harán?.

No se trata de defender a ultranza a los integrantes de la comunidad cultura (donde hay qué decirlo, anidan rémoras y grillos como en todos los gremios), sino de llamar la atención sobre los problemas de fondo que hay en el ISIC, y que no se resuelven solo con más recursos económicos.

A las marchas y protestas de los artistas despedidos y otros que se solidarizan con la cusa, viene la solicitud de permiso de la directora del ISIC, María Luisa Miranda, quien a causa de un serio problema de salud decide retirarse de sus funciones.

Y surge de nuevo otra pregunta: ¿si la salud de la directora del ISIC no está como para lidiar estos problemas, que esperan en el Gobierno estatal tomar una decisión y poner más atención en este instituto?

LIBRE DE APUNTES

Los marinos ya detuvieron al “19” y al “20”, supuestos lugartenientes de “El Mayo Zambada”. Esto ya parece la danza de los números en donde se ve muy lejana la captura del “1” y el “2”. Mal Parados quedan con estos operativos los cuerpos policiacos locales y federales, porque además de que ni siquiera les avisan o les piden apoyo, exhiben la tolerancia y hasta la complicidad hacia grupos delictivos que se mueven con total libertad por el estado.

Rossy Lizárraga será seguramente la Comisionada de la Ceaipes en los próximos días. La línea está tirada. La comparecencia de ayer ante el Congreso es mero trámite para maquillar lo que ya se decidió.