EL RETO DE LA NUEVA LEGISLATURA


Entrelíneas por Eduardo Valdez Verde

La instalación de la LXI Legislatura renueva –al menos de manera temporal–, las expectativas de que este poder vendrá a ser un verdadero contra peso de los poderes Ejecutivo y Judicial en el estado.

La mayoría de los ciudadanos quizás no conozcan y ni siquiera hayan votado por quienes a partir de este domingo están como sus representantes en el Congreso del Estado. Chuecos o derechos, es lo que hay.

A ellos hay que exigirles que realicen un papel más decoroso y más productivo que los que acaban de irse y que si por algo se destacaron, fue por aprobar todo o casi todo lo que el Gobierno estatal les solicitó.

Ahí tenernos pues, los prestamos autorizados al ejecutivo y que convierten a esta administración en una de las que más dinero prestado ha solicitado en menor tiempo.

Podrán argumentar mucho trabajo en su defensa, pero la percepción generalizada es que la legislatura saliente fue bastante gris y «a modo» para el ejecutivo estatal que supo domesticarlos sin mayores problemas.

Los que llegan tienen una tarea grande: cambiar precisamente esa percepción y legislar más para los intereses de todos los sinaloenses y no solo de unos cuantos grupos en el poder.

SIN CONTRATIEMPOS

EI acto protocolario realizado ayer en el Congreso del Estado transcurrió sin contratiempos, y de manera tersa se nombró a la mesa directiva que estará presidida por el panista Adolfo Rojo Montoya, teniendo como vicepresidentes a Flora Esther Gastélum Vértiz y Robespierre Lizárraga Otero; Luis Fernando Sandoval y Ramón Lucas Lizárraga, como Secretarios y Sylvia Myriam Chávez López y Leobardo Alcántara Martínez, como Prosecretarios. Así, planchadito y bien acordado, el acto de toma de protesta no tardó más de 40 minutos.

Si algo había que destacar, serían los aplausos que se llevaron Ios diputados Héctor Melesio Cuén (PAS), Jesús Enrique Hernández Chávez y Víctor Díaz Simental (ambos del PRI). Con o sin porra, estos tres personajes cosecharon más aplausos que sus compañeros de cámara. En el caso de Cuén, quizás por la hazaña de armar en poco tempo un partido y lograr tres curules en el Congreso. En el caso de Hernández Chávez y Díaz Simental, quizás por considerarlos viejos lobos en estas lides y dos de las figuras más conocidas dentro del priísmo. 

LIBRETA DE APUNTES

SIN DUDA la política premia a los irregulares. Cobijados en la  falta de memoria colectiva, llegan al Congreso personajes como Lucas Lizárraga, quien dejara un desorden administrativo en la dirección General de Conalep, donde hay serios señalamientos de malos manejos con los recursos de esa institución que Malova Ies dio como cuota al PRD.

LLEGAN COMO «representantes del pueblo” personajes como Francisco Solano, titular de obras públicas, en la administración de Sadol Osorio, con quien no quedó en buenos términos precisamente por sus manejos no del todo claros de la obra pública municipal. Llegan otros sin mayores méritos como Sandra Judith Lara (PRI) o Judith del Rincón (PAN) ¿Cómo llegaron a ser diputados? Quien sabe pero ya están ahí.

OÍDO EN de boca de un abogado laborista que hablaba por teléfono: “Aquí estoy en la Junta de Consternación y Bandidaje”. Se refería a la Junta de Conciliación y Arbitraje, donde a última fechas los litigantes vienen señalando una serie de irregularidades y malas prácticas de parte de quienes, se supone deben poner orden en los juicios laborales