Entrelíneas por Eduardo Valdez Verde
Pasadas las elecciones uno pensaría que las cosas regresarían a la calma, a su estado natural, a una rutina que permita digerir los resultados (buenos o malos) y reportarnos a nuestros trabajos con la idea de que con o sin abstencionismo, la jornada electoral ha quedado atrás.
Pero no es así. Los partidos (siempre los partidos) se encargan de recordarnos que ellos son especialistas en complicar las cosas, en crear conflictos donde no los hay y en hacerse de la vista gorda donde les conviene.
Llama poderosamente la atención esa vieja treta de descalificar las elecciones donde les va mal y quedarse calladitos donde el resultado les resulta favorable.
De qué sirve entonces un Consejo Estatal Electoral carísimo y un PREP sofisticado (también muy caro), si a la hora de la hora con una sola declaración los dirigentes de partidos cuentan nada más la verdad que les conviene. Veamos. EI caso más tirante es el de Ahome, donde la coalición «Unidos Ganas Tú» ya salió a las calles a protestar y a tomar el Consejo Municipal Electoral en Los Mochis porque, según los dirigentes del PAN, PRD y PT, se llevó a cabo una «elección de estado» para beneficiar a Arturo Duarte, candidato de la alianza «Transformemos Sinaloa», conformada por el PRI, Panal y PVEM.
En este municipio, según el dirigente del PAN, Edgardo Burgos Marentes, se destinaron recursos y personal de Gobierno estatal en beneficio de Duarte.
La pequeña diferencia de votos hace que panistas, perredistas y petistas, demanden que se abran todas las urnas incluidas 100 que por ahí fueron «embarazadas», según ellos.
EI joven dirigente del PAN, aquel que dijo que «bicharian» y darían de cintarazos a Marcial Liparoli por supuestas prácticas irregulares en Rosario, se fue de frente contra el Gobernador Mario López Valdez, a quien prácticamente amenazó con convertirse la oposición que hasta el momento no han sido.
Sin embargo, curiosamente ni él ni sus similares del PRD y PT observan irregularidades en Mazatlán, Angostura y Guasave, donde los resultados les son favorables.
Y nadie denuncia anomalías a pesar de que en estos tres municipios, como en el resto del estado, las mapachadas y la compra de votos las cometieron todos los partidos. ¡De que sirvió entonces la mesa de diálogo a la que asistían puntuales en el Tercer Piso? Ahora, pasada la elección, parece que se olvidan los acuerdos y afloran las desavenencias.
Los malos resultados para «Unidos Ganas Tu», viene a desnudar una realidad que se venía maquillando en los últimos meses: la coalición o alianza con Malova se tambalea y no da para más.
Esa rara mezcla entre azules, amarillos y rojos sirvió en el 2010, pero a dos años de aquellos festejos, hoy luce desteñida y con muchas grietas. Independientemente de las irregularidades en la elección, es hora de la reflexión y la autocrítica.
EL PAS, LA REVELACIÓN
Apenas en enero les entregaron su registro oficial. Sus detractores los tildaron de locos, de atrevidos, de arrogantes. Se les descalificaba por estar “jugando a los partiditos» y por su excesiva dependencia de Héctor Melesio Cuén.
Se acusó uso y abuso de recursos de la UAS. Se hizo mofa y se le bautizo como «el partido de Cuén». Hoy, a escasos seis meses de haber nacido, el PAS no solo conserva su registro y sus prerrogativas, sino que bien puede presumir que se podría convertir en la tercera fuerza política en el estado.
Obtuvo más de 115 mil votos a nivel estatal; gano en candidatura común el municipio de Sinaloa, estuvo muy cerca de ganar EI Fuerte y si mis cuentas no fallan, podrían obtener hasta cuatro curules en el Congreso y 25 regidurías.
A eso, hay que agregarle la capacidad de trabajo, la organización y la presencia en las calles, de tal manera que pusieron la muestra a los partidos tradicionales. Además del PRI, el verdadero «ganón» del 7 de julio es el PAS. Y decían que era una locura.