Mazatlán, Sinaloa.- Siendo Mazatlán la joya de la corona turística del estado de Sinaloa por su naturaleza envidiable y su ubicación geográfica en el noroeste paradisíaco del país, es una ciudad predilecta por miles de visitantes que de manera permanente asisten a gozar de este gran destino de sol y playa.
Hace años que quedaron atrás las temporadas altas, puesto que desde la construcción del puente Baluarte-Presidio, se vino el gran auge de turismo regional también conocido como turismo carretero, siendo las familias de Nuevo León, Coahuila, Chihuahua, Tamaulipas, Zacatecas y San Luis Potosí, principalmente, sin dejar de lado el turismo charter que viene desde los estados de Michoacán, Colima, Puebla y Ciudad de México.
El turismo chartero o de camión también es conocido como turismo de oxxo, por los locales, por el alto índice de consumo de alimentos y bebidas en estas tiendas de conveniencia.
El común denominador de este tipo de turismo es el gusto por la playa, disfrutar de las olas, la arena y el sol, la música de banda en vivo, mientras degustan de las botanas y por supuesto las caguamas bien heladas.
La concentración humana se desborda en toda la línea de playa de Mazatlán, sin que las familias asistentes cuenten con la información necesaria para evitar poner en riesgo su vida, pues no hay capacidad de atención para tan enorme núcleo de vacacionistas todos los fines de semana.
Si bien es cierto que las playas son de jurisdicción federal también es muy cierto que están dentro de la demarcación municipal, por eso es muy preocupante lo qué pasa en las playas de Mazatlán.
He aquí de lo que carece el ayuntamiento de Mazatlán a través de su oficina de playas municipal.
- Falta de campañas informativas sobre las zonas seguras para bañistas y/o zonas de riesgo para los vacacionistas.
- Ausencia de campañas de concientización para mantener playas limpias y seguras.
- Nula participación en la limpieza y conservación de toda la línea de playas tales como; Brujas, Cerritos, Zona Dorada, Malecón, Isla de la piedra y Olas Altas.
- Total indiferencia por conservar el medio ambiente en áreas protegidas.
- Abandono de esteros adyacentes al mar, como el estero del Yugo, donde la contaminación, por basura, aguas negras y mortandad de peces es algo cotidiano.
- Falta de ordenamiento entre hoteleros y prestadores de servicio, tales como las bandas sinaloenses, lo cual día a día se convierte más en un tema que puede desembocar en la violencia.
- Certificaciones pérdidas y en riesgo, se dice al respecto que la única Playa con certificación vigente con la regla de la norma Mexicana 120, es verde Camacho, pagada con recurso estatal y por lo tanto con certificación a nombre del estado.
- No se cuenta con supervisión permanente de personal que vigile e informe a los vacacionistas, al margen de los policías que forman parte de el grupo de salvavidas, quienes ya no se dan abasto con tanto rescate de vidas y en muchos casos muertes por ahogamiento.
La oficina de playas del municipio es coordinada desde la secretaría del ayuntamiento por un Lic. de apellido Olivas y respaldado por una regidora y un regidor que se dice son expertos en temas de playa, pero que solo se concentran a cuidar los intereses de empresarios amigos que tiene sus negocios frente al mar.
Hay que saber cuánto cuesta la oficina de playas del ayuntamiento porque no se ve su presencia lo cual se convierte en un tema de prioridad porque se corre el riesgo de generar mala imagen con playas sucias, contaminadas e inseguras.
En contra parte buenos una excelente labor del presidente municipal, Luis Guillermo Benítez Torres, como promotor de turismo para el puerto, haciendo un esfuerzo descomunal por mantener el boom turístico y la buena imagen de la ciudad, pero abajo le faltan operadores para mantener óptimos los atractivos principales de Mazatlán como lo es la playa.