Sinaloa al Día por Juan Manuel Pineda
La primera semana de enero del 2011 llegó prácticamente por la puerta de atrás al Consejo Estatal de Seguridad Pública, porque se violentó la normatividad establecida para la designación de todo Secretario Ejecutivo. A la vuelta de dos años, Genaro García Castro, juega ahora el rol de “utility” en el equipo malovista.
Sin posición definida y/o definitiva, evidentemente no tiene la voz completa en un rubro del quehacer gubernamental socialmente sensible y primordial: la seguridad pública.
Como se dice coloquialmente, de “Guatemala a Guatepeor”: el CESP al garete, y la SSP encargada.
¿Cuál es la razón de fondo para que no haya un mando formal, con el nombramiento jerárquico requerido para el desempeño de las funciones inherentes?
¿Por qué la seguridad pública en Sinaloa está en manos de un encargado
?
¿Les “hace ruido” el control de confianza?
¿O simplemente la SSP es una dependencia en vías de extinción?
En el servicio público, al “encargado” de algo se le considera como ave de paso.
García Castro, quien fue Secretario de Seguridad Pública y Tránsito en Ahome, solicitó permiso en enero de 2010 y se integró a la campaña de Mario López Valdez como su jefe de escoltas. Su paso por el CESP fue sin pena ni gloria.
Hoy está en el máximo nivel de la estructura gubernamental, e independientemente de la formalidad legal de sus funciones lo que las familias exigen son resultados.
Sí, la inseguridad pública es un problema multifactorial –como lo señaló en reciente reunión con empresarios de Ahome-, pero la parte que le corresponde a la secretaría de la cual es encargado, que es una labor esencialmente preventiva, no tiene planeación estratégica.
Quienes tienen la responsabilidad en la materia han reflexionado sobre porqué la ciudadanía tiene una percepción predominantemente negativa de la seguridad pública, pese a que desde el ámbito oficial se asegura que hay una disminución de ilícitos.
A propósito de empresarios, en una reunión de dirigentes de sectores productivos en el norte de la entidad le presentaron al encargado del despacho de la SSP el programa “Por tu bien, denuncia con seguridad” que de innovador sólo tiene el nombre, porque en esencia es más de lo mismo: convocar a que la ciudadanía denuncie ilícitos de manera anónima.
Según lo difundido, García Castro, “vio con mucho agrado que la sociedad se encuentre con ese deseo de participar”. Sí, debe ser satisfactorio que otros al menos intenten alguna medida para mejorar la seguridad pública, sobre todo cuando en la SSP el personal de programas preventivos fue despedido.